Hitos Tecnológicos

¿Que hitos tecnológicos o contribuyentes específicos ha habido en el periodo 1950 hasta la actualidad en Venezuela?

En 1950, Francisco de Venanzi y Vicente Peña, con otros más, crean la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (ASOVAC) que jugará un papel fundamental en el desarrollo de una conciencia profesional, celebrando anualmente, y sin interrupción, su Congreso anual y publicando desde el inicio Acta Científica Venezolana. La ASOVAC considera en sus estatutos a la ciencia “incompatible con la actividad secretaria en el campo político, religioso, social”.



En 1952, la fundación Shell crea el Servicio Shell para el Agricultor que había de convertirse para 1973 en la Fundación Servicios para Agricultor (FUSAGRI) y cuyas funciones eminentemente prácticas eran las de llevar los resultados de la investigación, directamente al pequeño agricultor.



En 1952, cerrada la Universidad por la Junta de Gobierno, comienza a funcionar el Instituto de Investigaciones Médicas, fundación Luis Roche, que tendrá para el país una importancia sin relación con su tamaño. En efecto, suministrará más tarde tres directores del Instituto Venezolano de Investigación Científicas (IVIC), el doctor Marcel Rochel (1959-1969), el doctor Raimundo Villegas (1969-1974) y el doctor Luis M. Carbonell (1974 hasta la fecha) y gran parte de su personal inicial.

En 1954, es fundado por el brillante microscopista electrónico, doctor Humberto Fernández Morán, el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC). El IVNIC fue colocado en espléndida ubicación en los Altos de Pipe y en él se ejecutaron trabajos fundamentales sobre la estructura del sistema nervioso. Sin embargo, dicho Instituto no logró formar cuadros permanentes y en 1959 fue reemplazado por el Instituto Venezolano de Investigación Científicas IVIC, mediante decreto del 9 febrero promulgado por la junta de gobierno, presidida por Edgard Sanabria.


En el IVIC, se consagró la dedicación exclusiva, profesional, al que hacer científico y, al inicio, se ejecutaron trabajos sobre la etiología de las anemias rurales, la fisiopatología del bocio endémica, la fisiología de la visión, la bioquímica tiroidea, la ultraestructura del sistema nervioso, la biofísica del nervio y diversos estudios sobre enfermedades de la sangre. En el IVIC se insistió desde el comienzo sobre la excelencia del trabajo, la dedicación exclusiva y la necesidad de publicar en revistas acreditados. El IVIC, a través de su corta historia, ha ido formando lo que es hoy una de la mejores bibliotecas científicas de América Latina, bajo la dirección de Marta Turk.


En 1958, se crea además, bajo el rectorado de Francisco de Venanzi, la Facultad de Ciencias de la UCV, la cual dará gran impulso a la investigación reuniendo en su seno la antigua Escuela de Ciencias, el Departamento de Química, antiguamente ubicado en la Facultad de Farmacia y el Departamento de Física de la Facultad de Ingeniería. La Facultad de Ciencias fue dirigida sucesivamente por Diego Texeira, José Vicente Scorza, Alonso Gamero, Luis Benito Tugues, Onofre Rojo y Luis Cortés. En la actualidad el Decano es Ángel Hernández.




En 1959, la ASOVAC crea en Cumaná el Instituto Oceanográfico, que será el núcleo a partir del cual crecerá la Universidad de Oriente, bajo el impulso de Luis Manuel Peñalver.
En 1959, se crea el Instituto Venezolano de Investigaciones Tecnológicas e Industriales (INVESTI), bajo el impulso conyugado de Armando Vegas y Máximo Silberg, y con patrocinio de la Cámara de Industriales de la Cámara de la Construcción y del Colegio de Ingenieros. El INVESTI no contó con capital inicial y pretendió autofinanciarse con contratos tanto con la empresa privado como con la pública. 


Esta fórmula en realidad lamentablemente falló, por razones de la poca demanda que hubo y hay en el país de investigación tecnológica endógena, el IVESTI, aunque todavía existe, ha llegado al punto de no tener investigadores. Algunas interesantes realizaciones ha tenido el Instituto en su carrera, sin embargo, entre las cuales cabe destacar la identificación y catalogación de las arcillas del suelo venezolano por Manuel Rivero y la elaboración de un prefabricado nuevo, para el cual se consiguió patente.


En 1973, se crea el Centro de Investigaciones de Astronomía (CIDA) “Francisco José Duarte”, adscrito a la Universidad de los Andes, y cuya cúpulas de observación están situadas a 4.000 metros de altura en Llano del Hato, Estado Mérida. Este creado casi exclusivamente por el impulso de la existencia de unos aparatos costosísimos (entre ellos una poderosa cámara de Schrnidt, construida especialmente en Alemania). Dichos aparatos fueron adquiridos por el Gobierno Nacional en la época de Pérez Jiménez por Eduardo Rohl y, fallecido este último, se quedaron en depósitos en galpones de la Marina Nacional. Finalmente, años antes y siguiendo los consejos del Universidad de los Estados Unidos, el Instituto fue construido, los aparatos fueron sacados de sus cajas, instaladas y utilizados, bajo la dirección de investigador Jurgen Stock.   En la actualidad, en el Instituto trabaja en problemas de estructura y cinemática de la vía (Jurgen Stock); estudio de las estrellas dobles (Jark MacConnell), estudio de los aspectos ultravioletas de estrellas de baja temperatura (Héctor Álvarez). 



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